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Los isótopos estables: una herramienta para el estudio de la dieta y los modos de vida en el pasado de Canarias

27 de octubre
Los isótopos estables: una herramienta para el estudio de la dieta y los modos de vida en el pasado de Canarias.
Elías Sánchez Cañadillas (Universidad de Las Palmas de Gran Canaria)

Resumen de la ponencia:

Las sociedades que poblaron el archipiélago canario antes de la conquista castellana trajeron consigo animales y cereales del norte de África para poder vivir en el nuevo espacio insular que los acogería durante más de un milenio. Una vez asentados en las islas, utilizaron además especies vegetales y animales locales para subsistir, de lo cual ha quedado constancia en los yacimientos arqueológicos. Aprender cuáles de esos alimentos tuvieron prioridad y cuáles no es crucial para entender mejor a estas sociedades del pasado de Canarias.

Toda la materia está compuesta de átomos, y los átomos que componen los tejidos de los seres vivos provienen de su medio, del aire que respiran y de los alimentos que comen, de modo que todos estamos hechos del entorno que nos rodea. En el pasado, los seres humanos podían acceder a unos recursos animales y vegetales limitados, condicionados por su proximidad y accesibilidad, de modo que sus átomos nos pueden dar información sobre cómo vivían y qué comían las personas que formaban parte de las sociedades antiguas. Observando los isótopos en los huesos y dientes de los restos antropológicos podemos establecer hipótesis sobre qué tipos de alimentos preferían estas personas y qué proporción de ellos formaba parte de su dieta habitual. En el archipiélago canario podemos estudiar las diferencias de dieta entre las islas, o entre diferentes periodos históricos, mediante el estudio de los isótopos estables, que son las variantes pesadas de un elemento atómico particular.

Breve CV del ponente:

El doctor Elías Sánchez Cañadillas es licenciado en Historia por la Universidad de La Laguna (2013) y máster en Arqueología por la Universidad de Granada (2014). Comenzó su formación e investigación en química arqueológica en el Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra (IACT) del CSIC, con sede en Granada, donde estudió los isótopos estables en restos humanos prehistóricos. En 2021 se doctoró en la Universidad de La Laguna con la tesis doctoral «Caracterización de las poblaciones prehispánicas de las islas Canarias occidentales a través del estudio de isótopos estables en restos óseos”, una investigación desarrollada en la propia universidad y en el Instituto Tecnológico de Energías Renovables (ITER). Actualmente es investigador postdoctoral con una beca Margarita Salas en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, trabajando bajo la supervisión del equipo TARHA.

Es autor de varias publicaciones sobre su especialidad en revistas indexadas y ha trabajado como profesional autónomo en arqueología tanto en el archipiélago canario (especialmente en las Cañadas del Teide) como en la excavación de una tumba de la dinastía XXV en Luxor, Egipto. Además, ha realizado varios cursos en estadística aplicada a la arqueología (CIEMAD, Madrid) y dataciones de C14 (Universidad de Burgos).